LAS SUBIDAS DE PRECIOS QUE PONEN CUESTA ARRIBA EL OTOÑO

El gas, la electricidad, los carburantes, algunos alimentos de uso común… Todo cuesta más que hace un año y causa “preocupación” a los ciudadanos, que difícilmente pueden prescindir de estos bienes.

Reportaje publicado en www.elcorreo.com el 04/10/2018 que recoge información y valoraciones aportadas por EKA/ACUV

https://www.elcorreo.com/economia/subidas-precios-ponen-20181003134042-nt.html

Aunque los grandes expertos en economía consideran que las subidas de precios que afectan al consumidor, si se producen en su justa medida, son un indicador de bonanza, los ‘economistas’ de andar por casa, es decir, el común de los mortales que debe pelearse con facturas y tickets para llegar a fin de mes, ven con preocupación esta escalada. Sobre todo, porque sus ingresos no remontan con la misma alegría. Según los datos de los convenios colectivos firmados durante los cinco primeros meses de este año en Euskadi, las subidas salariales medias que se contemplan rondan el 1,6%, pero el coste de algunos productos y servicios de uso común se ha disparado muy por encima de esta cifra. “En general, diría que la alimentación es la preocupación constante y básica, pero todos los bienes son cruciales”, apunta Carmen Gallastegui, catedrática de Teoría Económica (UPV/EHU). “Las economías domésticas, dependientes de un salario o incluso de dos, tienen que enfrentarse a gastos imprescindibles de vivienda, alimentación, calefacción, educación (si tiene familia), ropa, medicinas, libros… Todos los gastos son importantes”, apunta.

El incremento de precios, sobre todo en bienes que no son fácilmente prescindibles -como la luz, el gas o el carburante-, hace crujir los cimientos de los hogares que van justos de euros. Y, este año, parece que esta tríada se ha aliado para desmadrarse por todo lo alto y ‘asustar’ a los ciudadanos. El susto podría ser para largo, según Gallastegui, ya que, a su juicio, “tienen un objetivo medioambiental básico”“Junto con la comida, estas tres subidas de precio son las que más daño hacen -afirma José Luis Segura, responsable de la Asociación de Personas Consumidoras y Usuarias de Euskadi, EKA/ACUV-. Son las llamadas ‘economías cautivas’, porque por mucho que quieras no puedes dejar de pagar la luz, ni de comer, ni de coger el coche si te hace falta para ir a trabajar”. Así que se avecina un invierno en el que muchos van a tener que abonarse al lema de austeridad por excelencia, el de las Tres P: ‘paseo, pipas y pa casa’. Eso sí, las idas y venidas, a pie, y al llegar a la vivienda, controlando el termostato. Este es el ranking de los productos y servicios que ahora mismo nos cuestan más que hace un año y que van a poner el otoño cuesta arriba a muchos.

1-Carburantes. Los carburantes y combustibles están siendo la bestia negra de los precios este año. Su precio en agosto -últimos datos del IPC a nivel nacional- era un 11,3% mayor que en el mismo periodo del año pasado. Concretamente, el gasóleo ha subido un 14,2% y la gasolina un 11,4%. Ambos se encuentran muy cerca de los máximos que alcanzaron en junio, con precios por litro de 1,3 y 1,2 euros, respectivamente, según datos publicados en el Geoportal de Gasolineras del Ministerio para la Transición Ecológica. De acuerdo con esta fuente, en Euskadi los precios están una décima por debajo de la media nacional. Este incremento no sólo se nota cuando se llenan los depósitos: tiene efectos colaterales sobre multitud de aspectos -casi todo lo que consumimos se trae y se lleva por carretera- y uno de los más visibles es el transporte, que, impulsado por las tarifas de los carburantes y lubricantes, ha subido un 5,2%.

2-Electricidad. Como el amenazador lema de la famosa serie Juego de Tronos, ya podemos decir sin género de dudas que ‘se acerca el invierno’. Y a pasos agigantados. Por eso la subida en el precio de los tipos de energía que mayoritariamente se utilizan para calentar la casa ha causado preocupación entre los consumidores. Según los últimos datos del IPC, la electricidad es un 10,8% más cara que hace un año. Si la tendencia se mantiene, las facturas de la luz de los meses de frío va a experimentar un buen subidón. El mes pasado, el precio de la electricidad alcanzaba el coste máximo de todo el año -76 euros/Mwh, con puntas de 80 euros/Mwh-, después de varias semanas consecutivas marcando cotas que no se veían desde principios de 2017 y que son un 35% más altas que a principios de año. Esta tremenda escalada de la electricidad augura un invierno ‘calentito’. De confirmarse las previsiones, 2018 será el segundo año con el precio del mercado eléctrico más caro desde 1998, tan solo por detrás de 2008. El precio mayorista de la electricidad tiene un peso cercano al 35% en la factura que la llega al consumidor. “La gente se preocupa. Tenemos muchas consultas de personas que quieren pasarse al mercado libre, en el que ya están la mitad de los consumidores”, dice Segura.

3-Gas natural. Otro de los ‘reyes del invierno’ cuyo precio se ha desmadrado. Los últimos datos del IPC apuntan que ha experimentado una subida del 4% -junto con el gas ciudad-, pero en agosto, cuando aún no se tira de este recurso masivamente. No obstante, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ya ha avanzado que los ciudadanos que usan esta fuente de energía pueden prepararse para desembolsar un 15% más que el año pasado. Así, un hogar con un consumo anual de 900 kWh pagará con los nuevos precios una factura anual de 723 euros, 56 euros más de lo que abonaría con la tarifa anterior. Tal y como matizan desde la OCU, la subida de precios afecta principalmente a los hogares que tienen tarifa regulada, conocida como TUR, y que en la actualidad son casi dos millones de viviendas en España, y también a quienes están en el mercado libre y cuentan con un sistema de revisión automático en función de la tarifa regulada.

4-Alimentación. Los incrementos de los precios en los productos de alimentación, aunque no parezcan en principio muy ‘perjudiciales’ para la economía doméstica -se encarecen unos céntimos, unos pocos euros-, sí lo son. Sobre todo, cuando afectan a productos muy usados, de los que cuesta prescindir porque son básicos, de los que se tira cuando la economía anda revuelta. En su conjunto, según el último IPC, los alimentos y las bebidas no alcohólicas son, en general, un 2% más caros que hace un año. Pero hay artículos específicos cuya subida ha ido mucho más allá de esta cifra. Las frutas frescas van en cabeza en esta escalada de precios, con un incremento del 17,3%, seguidas de las patatas y sus derivados -10,9%-, el gran salvavidas de los bolsillos maltrechos. Los huevos, asimismo, son un 6% más caros que hace y año y el vino vale casi un 10% más.

5-Hipotecas. Llenar la cesta de la compra y el depósito del coche cuesta más que el año pasado… ¿y la hipoteca, una de las principales vías de fuga de los ingresos familiares, que se lleva de media en España el 28% del sueldo? Pues también empieza a repuntar. El euríbor -el índice que marca el 76% de los créditos en España y el 84% de los de Euskadi-, sigue siendo negativo… pero cada vez menos. Ha encadenado ya siete meses consecutivos de subida y arrancaba esta semana con -0,158. Esto significa que lo que se abona mensualmente va subiendo poco a poco. El Banco de España ha confirmado que el euríbor cerró septiembre en el -0,166%, por lo que se dejan de abaratar las hipotecas a las que toque revisión, que se encarecerán en 0,72 euros anuales. Con estos valores, las hipotecas de 120.000 euros a 20 años con un diferencial de Euríbor + 1% a las que les toque revisión experimentarán un encarecimiento de unos 0,72 euros en su cuota anual o, lo que es lo mismo, de 0,06 euros al mes. No es para tirarse de los pelos -todavía-, pero es un aviso sobre el cambio de tendencia. Si se encuentra ahora mismo buscando casa -e hipoteca- debe tenerlo en cuenta. Y también que el precio de la vivienda, según el IPC nacional, va igualmente para arriba: en agosto ya era un 4,3% más cara que el año pasado por las mismas fechas. ¿Quizá mejor alquilar? “¡Los alquileres se han disparado! -señala Segura-. Sobre todo, por el tema de los pisos turísticos, que tiran de los precios. Ya hay agentes que plantean que estamos ante una nueva burbuja inmobiliaria, con niveles de endeudamiento preocupantes, con indicios que reproducen ciertas cosas que se dieron antes de la crisis, en 2007 y 2008”.

6-Y más encarecimientos… Al final, la suma de muchos ‘poquitos’ hace un buen montón. Por eso, hay subidas de precio que no son tan alarmantes, aparentemente, pero que, unidas, acaban repercutiendo en el bolsillo. Por ejemplo, ir a hoteles, cafés y restaurantes es un 1,8% más caro que hace un año, tomarse una copa o comprar tabaco, un 2,1% más. Los paquetes turísticos también han subido un 4% en un año. Y conceptos como el alumbrado o la distribución de agua han sufrido también un arreón del 7,6%. Los dispositivos audiovisuales portátiles (5,5%) o los seguros privados relacionados con la salud (5,1%) también suben. Lo mismo que los servicios de telefonía fija, que cuestan un 9% más, según el IPC, y los paquetes de telefonía, un 5% más. “Ojo, la telefonía e internet suben de manera disimulada, te lo notifican en la letra pequeña de la factura. Abogamos por un cambio en la ley de comunicación”, alerta el responsable de EKA/ACUV. Hasta morirse ahora mismo sale menos a cuenta que el año pasado por estas fechas: los servicios funerarios se han encarecido un 1,5%.

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