DATOS Y RECOMENDACIONES DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD SOBRE LA OBESIDAD INFANTIL

En sólo 40 años, el número de niños y niñas en edad escolar y de adolescentes con obesidad se ha multiplicado por 10 (de 11 millones a 124 millones). Además, se ha estimado que otros 216 millones padecen sobrepeso.

La obesidad en personas adultas es un factor de riesgo y tiene asociados una mayor probabilidad de contraer enfermedades cardiovasculares, varios cánceres comunes, la diabetes y la osteoartritis. Este avance ha sido más acusado en países de ingresos bajos y medios, en particular en el norte y sur de África, Oriente Medio y en las Islas del Pacífico. Para prevenir la obesidad hay que actuar en todas las etapas de la vida.

ANTES DE NACER Y CON POCOS MESES DE VIDA

-Nutrición materna. Las madres con un alto peso corporal tienen más probabilidades de tener hijas e hijos con sobrepeso u obesidad. El control del peso materno antes y, sobre todo durante el embarazo, es una medida que beneficia a la madre, pero también al futuro bebé.

-Lactancia. Está probado que la lactancia protege contra la obesidad infantil. La OMS recomienda que, durante los seis primeros meses de vida, los lactantes deberían ser alimentados exclusivamente con leche materna.

-Alimentación complementaria. La alimentación complementaria puede ser necesaria en algunos casos, pero en la mayoría basta con la leche materna. Los gobiernos deben evitar todas las formas de comercialización engañosa de alimentos complementarios.

DURANTE LAS ETAPAS DE DESARROLLO

-Ambientes obesogénicos. Los niños deben contar con un entorno alimentario en los que la elección saludable sea una opción fácil y asequible, y deben estar protegidos frente al marketing agresivo de alimentos y bebidas poco saludables.

-Actividad física. Un 81% de los adolescentes (un 78% de los chicos y un 84% de las chicas) en todo el mundo, no llegan a los niveles mínimos recomendados de actividad física diaria. No sólo hay que actuar sobre la dieta, sino que hay que promover acciones dirigidas a disminuir el sedentarismo en niños y niñas.

-Ambiente escolar. Los colegios ofrecen una gran oportunidad para abordar la obesidad infantil al mejorar la nutrición de los niños y adolescentes brindando opciones saludables de comida y bebida + promoviendo la actividad física + brindando educación nutricional.

QUÉ OTRAS MEDIDAS SE PUEDEN/DEBEN TOMAR

-Etiquetado de los alimentos. Para fomentar una mayor comprensión del contenido nutricional de los productos alimenticios, además de la declaración de nutrientes, muchos países están implementando información nutricional adicional en lugares visibles del producto.

-Impuestos sobre las bebidas azucaradas. En un gran número de países de ingresos medios y altos, los adolescentes afirman tomar al menos una bebida azucarada al día. En México se ha establecido un impuesto a este tipo de bebidas, haciendo que el consumo entre los menores disminuya.

-Monitoreo de la obesidad infantil. Controlar la salud y el peso corporal de los niños y niñas ayudará a evaluar la estrategia de obesidad infantil de un país, tanto para la prevención como para su tratamiento.

Taking Actiong on Childhood Obesity

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