Dentro de nuestra actividad colaborativa con Elika Fundazioa, damos cuenta de los datos reflejados en su último estudio sobre el desperdicio alimentario en Euskadi. En el informe han participado varias organizaciones, formando un grupo de trabajo multidisciplinar, para cuantificar cifras globales y obtener conclusiones acerca de los sectores que conforman la cadena alimentaria vasca.

El desperdicio de alimentos es un problema global que conlleva graves consecuencias medioambientales, económicas y sociales. La ONU estableció en su ruta el objetivo de reducirlo a la mitad para el 2030, reto que asume el Pacto Verde Europeo en el marco de la estrategia “De la granja a la mesa”.

Los eslabones de la cadena que se han tomado como referencia para implementar acciones de mejora son los siguientes:

–Producción primaria

-Transformación y producción

-Venta al pormenor y otras formas de distribución

-Restaurantes y puestos de comida (HORECA)

-Hogares

Los datos son reveladores. Cada año en la CAV se desperdician algo más de 311.500 toneladas de alimentos (materia comestible y no comestible). A pequeña escala, 142 kilos por persona, o lo que es lo mismo, un impacto económico de 319 €. Los hogares son los mayores responsables, 45%, y le siguen la distribución y la manufactura con un 20 y 23%, respectivamente.

Sin duda, debemos cuidar nuestras prácticas a la hora de manipular cada ingrediente y materia aprovechable, y establecer como mecanismos principales la prevención y la corresponsabilidad entre todos los agentes implicados. Asumir el reto ‘zerodesplifarro’ es un gran compromiso y está en nuestra mano.

¿TE SUMAS A LA META DE REDUCIR EL DESPERDICIO A LA MITAD ESTA DÉCADA?