CONSEJOS PARA TRATAR DE EVITAR QUE NOS ROBEN EN CASA CUANDO NO ESTAMOS

En épocas de vacaciones se multiplican los robos en viviendas. EKA/ACUV ofrece una serie de recomendaciones para tratar de evitar que los ladrones visiten nuestra casa cuando no estamos.

Aunque seguramente no existe la casa segura al 100%, es evidente que cuantas más medidas de seguridad tenga una vivienda (puerta blindada, rejas, alarmas…) más difícil de allanar será. El sentido común también ayuda a evitar o al menos dificultar que nos entren en casa; y, si consiguen hacerlo, a minimizar el daño.

-Es de sentido común, por ejemplo, no hacer ostentación pública de tener en casa objetos caros como joyas o de guardar el dinero bajo el colchón.

-No deberíamos franquear el acceso al portal a ningún desconocido que llame al portero automático, y mucho menos a la propia vivienda. Si quien pretende entrar dice ser empleado de alguna empresa de servicios (electricidad, gas, teléfono…), debemos pedirle que se identifique, especialmente si se trata de una visita no acordada, e incluso llamar a la compañía a la que supuestamente pertenece con la cadena de la puerta puesta.

Son asimismo de lógica ciertas sencillas medidas de precaución que podemos y debemos adoptar si vamos a estar fuera por unos días.

-Cuanta menos gente lo sepa, mejor. Nada de pregonarlo, por ejemplo, en las redes sociales que están tan de moda.

-Dejaremos bien cerradas las ventanas y la puerta (o las puertas), pero no las persianas, porque eso transmite la sensación de que la vivienda está deshabitada.

-Otro chivato puede ser el buzón. Si está rebosante de cartas o de publicidad, lo más seguro es que el propietario lleve días sin pasar por casa. La prudencia aconseja, pues, dejar las llaves del buzón a algún vecino de confianza (quien además tendrá nuestro número de móvil) para que lo vacíe cada poco.

-Jamás debemos dejar las llaves de la vivienda (lo hace más gente de la que pudiera pensarse) en lugares como debajo del felpudo o escondidas en un tiesto.

-Jamás debemos poner una nota que indique que estamos ausentes.

Si, pese a todo, los amigos de lo ajeno han logrado colarse en casa, seguramente agradeceremos haber tenido la precaución de tener el dinero, las joyas y documentos importantes, con datos sensibles (nóminas, contratos, escrituras…) a buen recaudo, en una buena caja fuerte en la propia vivienda o, mejor aún, en un banco.

También es conveniente no guardar juntos o cerca cosas como cheques y documentos con nuestra firma.

En fin, medidas y precauciones sencillas y baratas que pueden ayudarnos a evitar un disgusto serio.

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