Agricultura familiar: una solución para garantizar la seguridad alimentaria y erradicar parte de la pobreza

“La Agricultura Familiar (que incluye todas las actividades agrícolas basadas en la familia) es una forma de organización agrícola, producción forestal, pesquera, pastoral y acuícola, gestionada y operada por una familia y predominantemente dependiente de la mano de obra familiar, tanto de mujeres como de hombres. La familia y la granja están vinculadas, co-evolucionan y combinan las funciones económicas, ambientales, sociales y culturales”. Así define el concepto el Comité Directivo Internacional del AIAF (Año Internacional de la Agricultura Familiar) celebrado en 2014 por la ONU, que marcó el camino para fomentar una producción sostenible de alimentos orientada a lograr mayor seguridad alimentaria y erradicar la pobreza. Así, asignaron al periodo comprendido entre 2019 y 2028 el decenio de la agricultura familiar, una oportunidad histórica para estimular el desarrollo de políticas e inversiones públicas.

Los agricultores y agricultoras familiares desempeñan además, un papel socioeconómico, medioambiental y cultural de gran relevancia, y por tanto apuestan por el desarrollo sostenible, las personas y el planeta. La agricultura familiar crea empleo, dentro y fuera de las propias explotaciones, hace crecer las economías rurales, evita la despoblación y vertebra el territorio, conserva y restaura la biodiversidad y los ecosistemas, utiliza métodos de producción que pueden ayudar a reducir o evitar los riesgos del cambio climático, y asegura la sucesión de conocimientos y tradiciones entre generaciones.

Según los datos facilitados por la resolución del Comité de la ONU, produce más del 80% de los alimentos del planeta y son las explotaciones familiares quienes las gestionan alrededor de todo el mundo. En este caso también, no podemos obviar el papel de las mujeres, que proporcionan casi la mitad de la mano de obra y sin embargo son titulares únicamente del 15% de las tierras.

Por todo ello, ha resultado imprescindible que este tipo de producción tenga buena cabida en la agenda de Desarrollo Sostenible 2030 y sus objetivos, existiendo vinculación directa en 10 de las 17 pautas marcadas para el final de la década. Un cumplimiento que lo deben garantizar el adecuado acceso a tierra, agua, infraestructuras, mercados y servicios financieros, dedicando especial atención a jóvenes y mujeres.

Una campaña para cultivar un mundo mejor

El Gobierno vasco, a través de HAZI y en colaboración con el Comité Regional de Agricultura Familiar de Euskadi, del que EKA/ACUV forma parte, ha puesto en marcha una campaña para destacar la importancia que tiene este campo en la CAV. Pone en valor el trabajo del colectivo de profesionales de la agricultura y la ganadería, transmitiendo la imagen de un sector orgulloso del trabajo que realizan, imprescindible en la conservación de nuestro entorno. Se resalta su valor estratégico, importante en la respuesta a grandes retos de nuestra sociedad: alimentación saludable, crisis climática, vertebración del territorio, sostenibilidad económica y el bienestar de la población. Una campaña que está teniendo ya visibilidad a a través de un spot en euskera y castellano y se extenderá a lo largo de este mes.

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