EL PROGRAMA EZERRE CUADRIPLICA LA EFECTIVIDAD DE LOS TRATAMIENTOS PARA DEJAR DE FUMAR

31 de mayo: Día Mundial Sin Tabaco / La farmacia, agente activo de salud pública

Nota de prensa de la UPV/EHU emitida el 29-05-2017

El doctor de la UPV/EHU Juan Uriarte García-Borreguero ha llevado a cabo la investigación sobre la influencia de las farmacias en la salud comunitaria.

Juan Uriarte García-Borreguero, doctor de la UPV/EHU, ha analizado la influencia de la farmacia en el éxito y en la adherencia a programas destinados a tratar trastornos crónicos. En concreto, ha investigado el papel de la farmacia en tratamientos para dejar de fumar, a través del programa Ezerre, diseñado específicamente para este estudio. Así, donde se ha aplicado de manera activa el programa, el número de personas que sigue sin fumar al cabo de un año es cuatro veces mayor.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen en el mundo 1.300 millones de fumadores, y cada día comienzan a fumar cien mil menores de 18 años (un 80% vive en países en desarrollo). El tabaco mata directamente a 6 millones de personas al año, de ellas más de 600.000 son personas no fumadoras expuestas al humo. En 2014 se fumaron 5,8 billones de cigarrillos en todo el mundo. Cada cigarro quita once minutos de vida. El consumo de tabaco y la deshabituación es una de los mayores problemas de salud pública en el mundo.

El investigador Juan Uriarte ha abordado este problema desde el punto de vista de los tratamientos farmacológicos aplicados en las oficinas de farmacia, en concreto a través del uso de la vareniclina (medicamento para dejar de fumar). De esta manera ha diseñado el programa Ezerre que, al mismo tiempo, ha evaluado la influencia de las farmacias para que las personas que inicien un tratamiento no lo abandonen. Esta investigación se ha desarrollado en el marco de la tesis titulada ‘Influencia de la farmacia comunitaria en la mejora al tratamiento con vareniclina’.
En el estudio participaron 28 farmacias y 71 personas que habían decidido dejar de fumar. De manera aleatoria quienes iniciaron los tratamientos fueron divididos en dos grupos: uno de control (34 personas) y otro de intervención (37 personas).

Todas las farmacias contaron con un material básico (cinco cuestionarios sobre datos generales, motivación, calidad de vida y dependencia a la nicotina); pero, además, las 14 farmacias del grupo de intervención dispusieron de una serie de documentos específicos utilizados durante las 52 semanas en las que se aplicó el programa Ezerre.

Además de los cinco modelos de entrevistas que realizaron al inicio, al de una semana, mes, tres meses y doce meses, en las farmacias hicieron un seguimiento y control de las personas que comenzaron el tratamiento; así les encaminaron y ayudaron en el proceso de deshabituación. Además las farmacias dispusieron de las siguientes herramientas específicas: una guía que unifica los consejos para dejar de fumar, un glosario de medidas de educación sanitaria para contrarrestar posibles reacciones adversas a la vareniclina, y un conjunto de medidas conductuales para afianzar la deshabituación psicológica.

Conclusiones

Según estudios previos sobre la adherencia fármaco-terapéutica de la vareniclina, pasadas 52 semanas, un 22% de las personas que inician el tratamiento prosiguen con él. Estos porcentajes aumentan al combinarlos con el programa Ezerre: hasta un 32,43% se elevó la adherencia en el grupo de intervención. En el grupo de control, sin embargo, se observó una tasa de abandono mucho más alta; de hecho, al cabo de un año, sólo un 8,82% de los pacientes seguía sin fumar. Es decir, la tasa de éxito es cuatro veces mayor entre las personas del grupo que fue atendido por las farmacias que disponían del paquete de herramientas diseñadas en el marco del programa Ezerre.

El autor de la tesis, Juan Uriarte, destaca que la implicación de la farmacia mejora la adherencia en tratamientos de deshabituación, y el programa Ezerre es una metodología de trabajo que puede ser adaptada a otras enfermedades crónicas que requieren un especial seguimiento del paciente. A juicio del investigador, “la farmacia es un recurso poco explotado para el desarrollo de programas de salud pública y puede constituir un instrumento útil para controlar y mejorar la continuidad de los tratamientos a largo plazo, sobre todo en el caso de enfermedades crónicas. En los países desarrollados la adherencia a estos tratamientos está por debajo del 50%, mientras que en los países en vía de desarrollo, las tasas aún son menores. Por lo tanto nos encontramos con un problema mundial de alarmante magnitud”.

Juan Uriarte García-Borreguero (Bilbao, 1976). Licenciado en Farmacia, es doctor de la UPV/EHU con la tesis ‘Influencia de la farmacia comunitaria en la mejora de la adherencia al tratamiento con vareniclina’ dirigida por los profesores de la Facultad de Medicina y Enfermería de la UPV/EHU Alfonso Apellaniz y José Ignacio Villate. El programa Ezerre ha contacto con la colaboración de la Comisión de Farmacovigilancia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Bizkaia y con la Unidad de Farmacovigilancia de la Comunidad Autónoma del País Vasco.

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